El Tiempo del Potencial Humano

04.01.2022

La época que vivimos, está sumamente estremecida por los cambios que ocurren de un momento a otro en distintos aspectos de la vida cotidiana. El margen de incertidumbre se acrecienta por los continuos avances y retrocesos que experimentamos en la política, la economía, la tecnología, la cultura. Este año 2022 que recién comienza, traerá progresos gigantes en la Inteligencia artificial, la internet de las cosas, la nanotecnología etc. que representaran retos para nuestra vida personal y laboral.

Como personas, veremos cómo se pone nuevamente a prueba nuestra capacidad de aprender y de construir conocimientos sobre lo que nos sucede, tendremos que emplear todo aquello que hemos aprendido para resolver situaciones presentes y futuras. Ese es el tremendo capital con el que contamos. Hay mucho por decir sobre este punto, ya que también es cierto que según las sociedades, cada vez se aprende menos aun cuando existe inversión de tiempo y dinero.

Parece que en este proceso de aprender y transferir, hay algo que no hemos estado haciendo bien.

En el medio de toda esta turbulencia queremos ser felices y hacer uso de la libertad en su máxima expresión. El trabajo ya no es el centro de la vida, solo es una parte que debe reunir ciertas condiciones para considerarse atractivo.

El desafío de las organizaciones es lograr hacer una lectura de ese entorno cambiante y aprender, reinventarse para seguir concretando sus objetivos sustanciales sin dejar de lado las aspiraciones y las nuevas formas de pensamiento que las personas traen consigo. Resulta necesario pensar en nuevos esquemas de Gestión de las personas y de las organizaciones mismas. Es un salto cualitativo que hay que dar.

Tampoco podemos negar que vivimos en un ambiente muy competitivo, con economías desgastadas y con reglas de juego un tanto desdibujadas. Ante tal panorama, las organizaciones parecen estar muy interesadas en medir, en controlar todo aquello que acontece en sus espacios y tiempos. Al parecer nadie quiere perder nada y cada paso que se da, cada decisión, debe ser justificada en términos numéricos. No es curioso, seguir preguntándose si lo más importante de las empresas son las personas.

Después de dos décadas en la región (Neuquén, Rio Negro), creo necesario seguir observando como aquella antigua premisa sigue vigente ..."las personas son lo más importante de la organización". Todavía falta cierto camino por recorrer en este sentido, pero al parecer aquellos que conducen y/o lideran organizaciones han comenzado a incorporar un nuevo vocabulario, por lo menos para estas latitudes patagónicas. Escucho y leo, términos como Capital humano, cambio organizacional, gestión del talento humano etc..¡¡ En buena hora!!

Sin embargo en la coyuntura, Recursos Humanos, tiene una tarea titánica por delante... su propia transformación para llevar tales conceptos a la práctica, encontrar un equilibrio entre gestionar una policromía de culturas y subjetividades potenciando lo mejor que poseen las personas, sus conocimientos y habilidades; y asimismo, cuantificar y demostrar la contribución efectiva que realiza a la organización. Esta es una demanda histórica que ha puesto a la gestión de personas en el ojo de la tormenta, desestimando en algunos casos su trabajo y/o negando la importancia de su Rol estratégico en otros.

¿Ingresaremos en la era de Gestionar el Talento o nos quedaremos cómodamente con el viejo esquema de gestionar recursos humanos?

Lic. Raúl García - Mgt. en Gestión del Capital Humano